Un JARDIN ZEN puede crear una sensación de espacio en tu
hogar u oficina, e introducir un sentido de orden en tu espíritu y un sentimiento
de tranquilidad y de calma .
hogar u oficina, e introducir un sentido de orden en tu espíritu y un sentimiento
de tranquilidad y de calma .
La filosofía Zen es vivir la vida diaria en forma natural y espontánea.
Esta es la base de nuestra propuesta de diseño y decoración,
que puedas recrear e integrar la naturaleza en cualquier ambiente y estilo,
generando estados de armonía.
Energiza
que puedas recrear e integrar la naturaleza en cualquier ambiente y estilo,
generando estados de armonía.
Energiza
El Jardín Zen refleja un tipo de geometría sagrada
que en la contemplación activa un principio de sinergia,
amplificando nuestro campo energético, generando
armonía en nuestro espacio.
Pacifica
que en la contemplación activa un principio de sinergia,
amplificando nuestro campo energético, generando
armonía en nuestro espacio.
Pacifica
Al contemplar el Jardín Zen en momentos de ansiedad
podemos sumergirnos en otra realidad en la cual todo
está como tiene que estar.
Materialización
podemos sumergirnos en otra realidad en la cual todo
está como tiene que estar.
Materialización
Usted puede utilizar el acto de rastrillar la arena para
fijar su intencionalidad, una herramienta poderosa para
CREAR las situaciones que queremos vivir;
o cambiar las que no nos hacen plenos.
Decora
fijar su intencionalidad, una herramienta poderosa para
CREAR las situaciones que queremos vivir;
o cambiar las que no nos hacen plenos.
Decora
Ubique el Jardín Zen en su mesa de luz, escritorio,
trabajo, espacio de meditación etc., y disfrute de
sus propiedades y tranquila belleza.
trabajo, espacio de meditación etc., y disfrute de
sus propiedades y tranquila belleza.
Variedades que puede encontrar en Anamkara:
Jardín Zen con cuarzo Hialino.
Jardín Zen con Cuarzo Rosa.
Jardín Zen con Pirita.
Jardín Zen con Amatista.
Jardín Zen con Ojo de Tigre.
Jardín Zen con Turmalina Negra.
También contamos con los jardines zen tradicionales. Consultar por diferentes modelos y tamaños.
Antecedentes del Jardín Zen
INTRODUCCIÓN
Cuando se observa un jardín japonés, enseguida se percibe su espiritualidad, en él no hay elementos discordantes, todo está como debe estar, sin artificios ni aspectos forzados, no hay riqueza material, sino la riqueza que proporcionan las cosas sencillas y austeras.
Los elementos que conforman un jardín japonés son sólo objetos naturales que mediante una adecuada colocación hacen que el jardín se convierta en una obra para la contemplación.
Antiguamente y aún hoy día, el jardín japonés es considerado como una miniaturización del cosmos, donde las rocas se convierten en montañas, la arena se transforma en el agua del océano, y el musgo es un gran bosque.
Los jardines de piedra son los que mejor expresan este concepto de la miniaturización, en donde la interpretación de las escenas reducidas recaen en el observador, quien mediante el uso de la abstracción mental participa dentro de este microcosmos, llegando así a extraer la esencia de su contenido.
Representan el universo y están concebidos para inspirar vitalidad y serenidad. Representan también el camino de la vida, constantemente lleno de cambios, diversos surcos, altibajos, tropiezos y obstáculos, brillo y oscuridad, sombra y luz.
Las pequeñas cosas adquieren gran importancia cuando se nos presenta la oportunidad de vislumbrar el significado del mundo en un grano de arena, ya que éste se ha creado en la más perfecta simplicidad.
Los ciudadanos japoneses "de a pie" mantienen eternas discusiones sobre la interpretación de los diferentes jardines, mientras que para los estudiantes de zen, para los monjes y en general para cualquier observador atento, es un instrumento de profunda meditación.
HISTORIA
Los primeros datos sobre la existencia de jardines japoneses señalan al período Nara (710-794 d.C.) según estos datos, los primeros jardines nacieron dentro del palacio imperial.
A pesar de que ningún jardín ha sobrevivido, existen evidencias gráficas de sus diseños en las pinturas de la época, que cuales muestran un paisaje naturalístico con lagos e islas, que representaba el concepto taoísta de la dualidad yin-yang.
El nacimiento del jardín japonés con fines espirituales y no solamente estéticos (lo que mucha gente llama "jardín zen") vino dado por la necesidad de crear un espacio recogido y adecuado para la meditación. Durante este período, las parcelas de tierra fueron más pequeñas y sus estanques diseñados a una escala menor. Es por ello, que para inducir la sensación de grandes ambientes en espacios más pequeños se requirió representar el paisaje natural mediante la combinación monocromática de todos sus elementos. Como resultado nació el jardín tipo "escenario," el cual fue más sofisticado con la incorporación de intrincadas líneas costeras en las orillas de sus estanques y mediante el uso de rocas en varias formas.
El trabajo más antiguo del mundo sobre la planificación de jardines -Sakuteiki (Tratado sobre Diseño de Jardines)- fue escrito en Japón, probablemente durante la segunda mitad del siglo 11. Se cree que el autor fue Tachibana Toshitsuna, nieto de un noble poderoso llamado Fujiwara Michinaga. Tachibana heredó su interés por la horticultura de su padre, quien fue un maestro en la planificación de jardines. Obviamente el Sakuteiki está basado en una gran cantidad de experiencia práctica en jardinería paisajística. Algunos de los capítulos cubren aspectos de diseño, mientras otros explican cómo resolver problemas técnicos.
Existen, por supuesto, trabajos anteriores que versaban sobre temas de horticultura, como por ejemplo el libro escrito por un antiguo romano, en el que explicaba como gozar de la vida en el campo. También son famosas algunas cartas romanas describiendo en detalle el jardín de una villa. Pero el Sakuteiki es el trabajo más antiguo en el que se explica cómo proyectar un jardín, aunque la jardinería paisajística ya fuera practicada antes de los tiempos de Roma en Oriente Medio, China y otros lugares.
El Sakuteiki fue escrito fundamentalmente como una guía para los aristócratas del Período Heian, en Kyoto, la capital del país. De una lectura detenida se desprende que los japoneses habían dominado ya en ese tiempo los principios de la jardinería paisajística, introducidos en el siglo 7 desde China y la península de Corea. También queda claro que Japón había desarrollado su propio estilo de jardinería, creando estanques y pequeños islotes para representar el mar y las islas, así como montículos para representar las montañas.
Escenarios similares se veían en otras partes de Asia, pero la realización japonesa era única. El autor del Sakuteiki nos cuenta que las "islas" en el "estanque" deberían simular un paisaje brumoso, cada isla debería ser asimétrica y con perfiles distorsionados. La frontera entre el agua y la tierra debía hacerse con pequeñas piedras representando una playa de arena. La línea de la costa debería mantener una apariencia bien acabada incluso cuando el nivel del agua subiera o bajara ligeramente.
Asimismo, nos repite varias veces que hay que colocar las cosas "en su lugar apropiado". Cuando colocamos algunas rocas, primero tenemos que poner cuidadosamente una de ellas y después situar la siguiente "justo en su sitio". Con ello se crea una tensión estética entre las rocas. Este principio fundamental ha sido seguido desde entonces por los diseñadores japoneses de jardines.
Años más tarde, el principio de la tensión artística fue utilizado en los accesos empedrados (roji) que conducen a las casas de té. En su búsqueda de la tranquilidad, los jardineros japoneses orientaron las rocas de forma horizontal, a diferencia de lo que se practicaba en los jardines de China.
Lógicamente, el estilo de jardinería japonesa no ha permanecido estático. Se han ido introduciendo con el tiempo nuevos estilos. El jardín ideal del siglo 11, como es descrito en el Sakuteiki, fue tomado de escenas del Yamato-e (antiguo estilo de pintura japonesa), muy de moda en aquel tiempo, reproducidas de forma tridimensionales. Durante el Período Kamakura, en el sigo 13, los jardineros japoneses adoptaron con entusiasmo las últimas tendencias chinas. En esos momentos, la pintura china favorecía el estilo de tintas monocromas Suiboku-ga, con su énfasis en la expresión controlada. En la imitación de este estilo pictórico, se colocaban, especialmente en grupos, rocas características, simbolizando las montañas que se elevan sobre espacios de arena blanca, que a su vez simbolizaban el océano. Este estilo se llama Karesansui (paisaje árido), y se convirtió en un ideal durante el Período Muromachi (siglos 14 y 15). El estilo Karesansui fue adoptado fundamentalmente por los templos Zen, por su expresión austera.
Por esa época, se introdujo el té en Japón procedente de China. Posteriormente, en el siglo 15 la ceremonia del té se había desarrollado como un rito característico japonés. Este ritual ejerció una gran influencia sobre los diseñadores de jardines. Los maestros del té ordenaban las piedras, de manera artística y práctica para que los que se acercaban a la casa de té no pisotearan el musgo. En cuanto a la iluminación de estos accesos durante las ceremonias celebradas al anochecer, utilizaban el mismo tipo de linternas de piedra que se ven en los monasterios y los templos. Estas linternas se hicieron rápidamente populares en los jardines, y actualmente se las considera un elemento tradicional del jardín japonés.
Cualquiera que estudie la historia de los jardines japoneses quedará asombrado por el hecho de que se desconozca cuándo o porqué el podado se hizo popular. Frecuentemente se recortan los arbustos para conseguir un espacio ordenado y en equilibrio. La poda se ha practicado en Europa desde la época romana, contando con artistas que creaban formas imaginativas con sus tijeras. Sin embargo, en los antiguos jardines de China y Corea, que fueron el modelo para los jardines japoneses, no se favorecía la poda. Probablemente la poda se desarrolló en Japón alrededor del siglo 14. Nunca fue utilizada para conseguir siluetas imaginativas como en Europa, pero sí para conseguir un cierto equilibrio geométrico.
Durante siglos, los japoneses han proyectado escenas de jardín utilizando los principios de "Shakkei" (Escenario Prestado). Se consideran las vistas distantes a la hora de diseñar los jardines, y se utiliza como parte del efecto global. Al igual que las técnicas de poda, las técnicas de Shakkei se expandieron con rapidez en Japón, y se siguen utilizando frecuentemente en la actualidad.
Las prácticas antiguas nunca fueron abandonadas con la introducción de otras nuevas. Los nuevos estilos se añaden y complementan a los estilos anteriores que permanecen, en un proceso también común en los cambios de toda la cultura japonesa.
Incluso cuando algunos jardineros del siglo 14 comenzaron a utilizar rocas y arena para crear "paisajes áridos", las viejas técnicas del Sakuteiki, utilizando vegetación, agua y rocas, permanecían constituyendo la norma.
Casi todos los estilos de jardines que se desarrollaron a partir del Sakuteiki de Tachibana en el siglo 11, aún pueden ser contemplados en Kyoto o en sus cercanías, y no han sufrido cambios significativos desde hace siglos.
ESTILOS
Los jardines japoneses se pueden dividir en cinco estilos básicos: Sansui, Karesansui, Meisho, Roji y Moderno.
INTRODUCCIÓN
Cuando se observa un jardín japonés, enseguida se percibe su espiritualidad, en él no hay elementos discordantes, todo está como debe estar, sin artificios ni aspectos forzados, no hay riqueza material, sino la riqueza que proporcionan las cosas sencillas y austeras.
Los elementos que conforman un jardín japonés son sólo objetos naturales que mediante una adecuada colocación hacen que el jardín se convierta en una obra para la contemplación.
Antiguamente y aún hoy día, el jardín japonés es considerado como una miniaturización del cosmos, donde las rocas se convierten en montañas, la arena se transforma en el agua del océano, y el musgo es un gran bosque.
Los jardines de piedra son los que mejor expresan este concepto de la miniaturización, en donde la interpretación de las escenas reducidas recaen en el observador, quien mediante el uso de la abstracción mental participa dentro de este microcosmos, llegando así a extraer la esencia de su contenido.
Representan el universo y están concebidos para inspirar vitalidad y serenidad. Representan también el camino de la vida, constantemente lleno de cambios, diversos surcos, altibajos, tropiezos y obstáculos, brillo y oscuridad, sombra y luz.
Las pequeñas cosas adquieren gran importancia cuando se nos presenta la oportunidad de vislumbrar el significado del mundo en un grano de arena, ya que éste se ha creado en la más perfecta simplicidad.
Los ciudadanos japoneses "de a pie" mantienen eternas discusiones sobre la interpretación de los diferentes jardines, mientras que para los estudiantes de zen, para los monjes y en general para cualquier observador atento, es un instrumento de profunda meditación.
HISTORIA
Los primeros datos sobre la existencia de jardines japoneses señalan al período Nara (710-794 d.C.) según estos datos, los primeros jardines nacieron dentro del palacio imperial.
A pesar de que ningún jardín ha sobrevivido, existen evidencias gráficas de sus diseños en las pinturas de la época, que cuales muestran un paisaje naturalístico con lagos e islas, que representaba el concepto taoísta de la dualidad yin-yang.
El nacimiento del jardín japonés con fines espirituales y no solamente estéticos (lo que mucha gente llama "jardín zen") vino dado por la necesidad de crear un espacio recogido y adecuado para la meditación. Durante este período, las parcelas de tierra fueron más pequeñas y sus estanques diseñados a una escala menor. Es por ello, que para inducir la sensación de grandes ambientes en espacios más pequeños se requirió representar el paisaje natural mediante la combinación monocromática de todos sus elementos. Como resultado nació el jardín tipo "escenario," el cual fue más sofisticado con la incorporación de intrincadas líneas costeras en las orillas de sus estanques y mediante el uso de rocas en varias formas.
El trabajo más antiguo del mundo sobre la planificación de jardines -Sakuteiki (Tratado sobre Diseño de Jardines)- fue escrito en Japón, probablemente durante la segunda mitad del siglo 11. Se cree que el autor fue Tachibana Toshitsuna, nieto de un noble poderoso llamado Fujiwara Michinaga. Tachibana heredó su interés por la horticultura de su padre, quien fue un maestro en la planificación de jardines. Obviamente el Sakuteiki está basado en una gran cantidad de experiencia práctica en jardinería paisajística. Algunos de los capítulos cubren aspectos de diseño, mientras otros explican cómo resolver problemas técnicos.
Existen, por supuesto, trabajos anteriores que versaban sobre temas de horticultura, como por ejemplo el libro escrito por un antiguo romano, en el que explicaba como gozar de la vida en el campo. También son famosas algunas cartas romanas describiendo en detalle el jardín de una villa. Pero el Sakuteiki es el trabajo más antiguo en el que se explica cómo proyectar un jardín, aunque la jardinería paisajística ya fuera practicada antes de los tiempos de Roma en Oriente Medio, China y otros lugares.
El Sakuteiki fue escrito fundamentalmente como una guía para los aristócratas del Período Heian, en Kyoto, la capital del país. De una lectura detenida se desprende que los japoneses habían dominado ya en ese tiempo los principios de la jardinería paisajística, introducidos en el siglo 7 desde China y la península de Corea. También queda claro que Japón había desarrollado su propio estilo de jardinería, creando estanques y pequeños islotes para representar el mar y las islas, así como montículos para representar las montañas.
Escenarios similares se veían en otras partes de Asia, pero la realización japonesa era única. El autor del Sakuteiki nos cuenta que las "islas" en el "estanque" deberían simular un paisaje brumoso, cada isla debería ser asimétrica y con perfiles distorsionados. La frontera entre el agua y la tierra debía hacerse con pequeñas piedras representando una playa de arena. La línea de la costa debería mantener una apariencia bien acabada incluso cuando el nivel del agua subiera o bajara ligeramente.
Asimismo, nos repite varias veces que hay que colocar las cosas "en su lugar apropiado". Cuando colocamos algunas rocas, primero tenemos que poner cuidadosamente una de ellas y después situar la siguiente "justo en su sitio". Con ello se crea una tensión estética entre las rocas. Este principio fundamental ha sido seguido desde entonces por los diseñadores japoneses de jardines.
Años más tarde, el principio de la tensión artística fue utilizado en los accesos empedrados (roji) que conducen a las casas de té. En su búsqueda de la tranquilidad, los jardineros japoneses orientaron las rocas de forma horizontal, a diferencia de lo que se practicaba en los jardines de China.
Lógicamente, el estilo de jardinería japonesa no ha permanecido estático. Se han ido introduciendo con el tiempo nuevos estilos. El jardín ideal del siglo 11, como es descrito en el Sakuteiki, fue tomado de escenas del Yamato-e (antiguo estilo de pintura japonesa), muy de moda en aquel tiempo, reproducidas de forma tridimensionales. Durante el Período Kamakura, en el sigo 13, los jardineros japoneses adoptaron con entusiasmo las últimas tendencias chinas. En esos momentos, la pintura china favorecía el estilo de tintas monocromas Suiboku-ga, con su énfasis en la expresión controlada. En la imitación de este estilo pictórico, se colocaban, especialmente en grupos, rocas características, simbolizando las montañas que se elevan sobre espacios de arena blanca, que a su vez simbolizaban el océano. Este estilo se llama Karesansui (paisaje árido), y se convirtió en un ideal durante el Período Muromachi (siglos 14 y 15). El estilo Karesansui fue adoptado fundamentalmente por los templos Zen, por su expresión austera.
Por esa época, se introdujo el té en Japón procedente de China. Posteriormente, en el siglo 15 la ceremonia del té se había desarrollado como un rito característico japonés. Este ritual ejerció una gran influencia sobre los diseñadores de jardines. Los maestros del té ordenaban las piedras, de manera artística y práctica para que los que se acercaban a la casa de té no pisotearan el musgo. En cuanto a la iluminación de estos accesos durante las ceremonias celebradas al anochecer, utilizaban el mismo tipo de linternas de piedra que se ven en los monasterios y los templos. Estas linternas se hicieron rápidamente populares en los jardines, y actualmente se las considera un elemento tradicional del jardín japonés.
Cualquiera que estudie la historia de los jardines japoneses quedará asombrado por el hecho de que se desconozca cuándo o porqué el podado se hizo popular. Frecuentemente se recortan los arbustos para conseguir un espacio ordenado y en equilibrio. La poda se ha practicado en Europa desde la época romana, contando con artistas que creaban formas imaginativas con sus tijeras. Sin embargo, en los antiguos jardines de China y Corea, que fueron el modelo para los jardines japoneses, no se favorecía la poda. Probablemente la poda se desarrolló en Japón alrededor del siglo 14. Nunca fue utilizada para conseguir siluetas imaginativas como en Europa, pero sí para conseguir un cierto equilibrio geométrico.
Durante siglos, los japoneses han proyectado escenas de jardín utilizando los principios de "Shakkei" (Escenario Prestado). Se consideran las vistas distantes a la hora de diseñar los jardines, y se utiliza como parte del efecto global. Al igual que las técnicas de poda, las técnicas de Shakkei se expandieron con rapidez en Japón, y se siguen utilizando frecuentemente en la actualidad.
Las prácticas antiguas nunca fueron abandonadas con la introducción de otras nuevas. Los nuevos estilos se añaden y complementan a los estilos anteriores que permanecen, en un proceso también común en los cambios de toda la cultura japonesa.
Incluso cuando algunos jardineros del siglo 14 comenzaron a utilizar rocas y arena para crear "paisajes áridos", las viejas técnicas del Sakuteiki, utilizando vegetación, agua y rocas, permanecían constituyendo la norma.
Casi todos los estilos de jardines que se desarrollaron a partir del Sakuteiki de Tachibana en el siglo 11, aún pueden ser contemplados en Kyoto o en sus cercanías, y no han sufrido cambios significativos desde hace siglos.
ESTILOS
Los jardines japoneses se pueden dividir en cinco estilos básicos: Sansui, Karesansui, Meisho, Roji y Moderno.
Estilo Sansui.
1. Época.
El mayor apogeo de este tipo de jardines se vivió durante las épocas Ausuka, Nara y Heian.
(Durante esta época llegó la primera gran oleada de influencia china al Japón).
2. Prototipo básico.
Este estilo de jardín esta dominado por lagos e islas.
3. Arquitectura.
Estilo "Shinden" (Es una forma de arquitectura ortogonal de palacios para nobles y templos del Budismo Amida).
4. Objetivos.
Estaban concebidos con un tamaño suficiente como para recorrerlos en barca, esta característica aparece a partir de la época Heian.
5. Características diversas
Intentaban imitar a la naturaleza.
Estilo Karesansui.
1. Época.
Comenzaron durante las épocas Kamakura y Muromachi.
(Durante estas épocas, llega la segunda oleada de influencia china al Japón).
También llega a Japón el Budismo Zen y la pintura paisajística.
2. Prototipo básico.
Son jardines conformados especialmente por paisajes secos de arena y roca, simbolizando "montañas y agua".
3. Arquitectura.
Estilo "Shoin" (Es una forma de arquitectura muy austera).
4. Objetivos.
Sirven para la contemplación.
Los lugares de observación están prescritos por adelantado.
Se pueden considerar todavía naturales, aunque se trate de una naturaleza austera y abstracta.
Imitan la esencia interna de la naturaleza, pero no sus manifestaciones externas.
5. Características diversas
En la época Kamakura, fueron realizados por monjes de la secta Shingon. No cumplían una función profesional.
Mas tarde fueron remplazados por los monjes Zen.
En la época Muromachi, fueron realizados por los llamados Kawaramono (gente que habitaba las orillas del rio).
Estilo Meisho.
1. Época.
Aparecen durante la época Edo.
2. Prototipo básico.
Predominan los estilos Sansui y Karesansui.
3. Arquitectura.
Combina los estilos anteriores.
4. Objetivos.
Están diseñados como un jardín de paseo donde el visitante camina a lo largo de un recorrido prescrito, y observa una serie de "Meisho" (vistas famosas).
5. Características diversas.
Aparece la técnica "Shakkei", que se basa en el arte de incorporar en la composición los elementos del paisaje del entorno.
Los MEISHO pueden ser reproducciones abstractas a escala de creaciones naturales famosas o alusiones a las mismas y también paisajes ficticios ensalzados en la poesía.
Son realizados por artistas profesionales llamados NIWA-ISHI.
Este tipo de jardines pretende imitar la naturaleza en sus manifestaciones externas.
Se incluyen en él los jardines de la época Heian (Sansui), aunque más amplios.
Estilo Roji.
1. Época.
Aparecieron durante las épocas Azuchi-Momoyama y Edo temprana. (Durante estas épocas, llego la tercera oleada de influencia china al Japón).
2. Prototipo básico.
Son copias estereotipadas de los estilos Sansui y Karesansui.
3. Arquitectura.
Estilo "So-an" (Cabaña con tejado de paja).
Estilo "Sukiya" (Estilo que aparece condicionado por la ceremonia de la casa de té).
4. Objetivos.
La característica principal de estos jardines es el Roji (senda ó camino) que conduce al Soan.
Es el típico jardín de té, donde se celebra precisamente la ceremonia del té.
5. Características diversas.
Generalmente eran realizados por sus propietarios.
Al principio los materiales y decorados eran naturales.
Estilo Moderno.
1. Época.
Aparecen en la época Meiji. Surgen a comienzos del siglo XX y mantienen su influencia hasta el mundo actual.
2. Prototipo básico.
Se combinan los estilos Sansui, Karesansui y Roji de la época Edo.
3. Arquitectura.
A partir de la segunda guerra mundial, se convierten en parte integrante de edificios y plazas publicas.
4. Objetivos.
Ya no se reproducen los paisajes naturales sino que son concebidos como una proyección de tipo egocéntrico.
5. Características diversas.
Están dominados por la piedra natural desbastada, pero aparecen incluso materiales sintéticos.
Los diseñadores son escultores, arquitectos o paisajistas de formación universitaria.
Se percibe en este tipo de jardín el espíritu de la época moderna, donde a partir de la época Meiji,
el hombre se ha separado de la naturaleza.
Se percibe así mismo la voluntad humana de manipular y dominar la naturaleza.
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